Limpieza perfecta de suelos porcelánicos, adiós a las eflorescencias

Si has elegido un suelo porcelánico para tu hogar, estás de suerte. Los suelos porcelánicos son los suelos preferidos por muchos, y no es para menos, ya que los suelos porcelánicos destacan por su dureza y resistencia. A diferencia de otros suelos, los suelos porcelánicos no se decoloran ni sufren rayaduras, es decir, son muy resistentes a cualquier tipo de desgaste, lo que se traduce en una gran durabilidad.

Por otro lado, los suelos porcelánicos pueden imitar otro tipo de materiales como la madera, la piedra o el mármol. Lo que lo hace muy versátil en la decoración. Sin duda alguna, estas cualidades los hacen perfectos para su uso tanto en el interior del hogar como en el exterior, puesto que también resisten cualquier tipo de temperatura, incluso las temidas heladas.

Otra de las bondades del suelo porcelánico es su fácil mantenimiento, ya que al ser un material muy poco poroso, no absorbe las manchas domésticas, lo que facilita en gran medida su limpieza. Sin embargo, como casi todo en la vida, nada es perfecto, y lo que sí pueden presentar los suelos porcelánicos, son manchas de cal o eflorescencias, dañando así su bonito acabado.

Así que para realizar las limpiezas habituales de los suelos porcelánicos, lo mejor es utilizar Limpiador Abrillantador Uso Diario de Monestir. Su utilización es muy sencilla, solo hay que diluir un vasito en un cubo de agua y aplicarlo con la fregona, como un limpiador habitual. De esta manera verás como tus suelos porcelánicos quedan relucientes y sin rastro de manchas de cal o velos blancos. Además su agradable perfume le dará una sensación de higiene y frescor a toda la casa. Recuerda que también podrás utilizar Limpiador Abrillantador Uso Diario en suelos de gres y azulejos.