Las manchas de óxido son difíciles de quitar, pero eso no significa que sea imposible. Si quieres saber cómo quitar óxido del suelo fácilmente, a continuación te explicamos cómo proceder de la manera más adecuada.

Cómo quitar óxido del suelo sin dañarlo

Es muy frecuente encontrar óxido en los suelos de exterior como en las terrazas, balcones, jardines o garajes, ya que cualquier herramienta, objeto o mueble de metal son vulnerables a oxidarse si los dejamos en estas zonas. No obstante, también pueden aparecer manchas de óxido en suelos de interior, como en cocinas y baños o tras una obra.

Ante la dificultad de quitar óxido del suelo, es fácil que se nos ocurra utilizar productos muy agresivos, pero no debemos cometer este grave error, pues acabaremos dañando nuestros suelos y será peor el remedio que la enfermedad.

Así que si tus suelos son de piedra, pizarra, terracota, cerámica esmaltada, porcelánico o gres, encontrarás la solución perfecta en Sanet, un efectivo limpiador ácido, específicamente diseñado para quitar óxido del suelo, así como todo tipo de residuos de obra y eflorescencias salinas (cal). Aunque es muy agresivo con este tipo de residuos, es totalmente inofensivo con los suelos y respeta su superficie.

Para quitar óxido del suelo, el primer paso que debes dar es retirar la suciedad superficial de los suelos, barriendo como de costumbre. Puedes fregarlo si lo consideras oportuno, pero recuerda que el pavimento debe estar completamente seco antes de aplicar Sanet. Para su aplicación, diluye una parte de Sanet en cinco de agua y extiende la mezcla con la ayuda de una fregona. Deja actuar unos segundos y frota con un estropajo para quitar el óxido del suelo. Este saldrá con facilidad. Para terminar, aclara con abundante agua y retira toda la suciedad con la fregona.