¿Es necesario una limpieza profesional después de una obra?
Tras el período de obras llega el momento de la limpieza. Todo está lleno de restos de obra, polvo, manchas de óxido, etc. Enseguida recogemos todos los restos y comenzamos la limpieza con nuestros productos habituales; pero tras la primera pasada vemos que todo vuelve a llenarse de polvo, las manchas no desaparecen y la limpieza parece no tener fin. Entonces nos empezamos a preguntar si no necesitaremos una limpieza profesional.
Esta situación ocurre porque no estamos utilizando los productos adecuados. Necesitamos productos propios de una limpieza profesional. Y no, no por ello requieren de un uso especial ni están fuera de nuestro alcance. Gracias a la gama rústica de Monestir podemos utilizar productos domésticos de uso sencillo y obtener resultados propios de una limpieza profesional.
Para realizar una limpieza profesional sin apenas esfuerzo necesitaremos Sanet, un producto específico para eliminar los restos de obra. Es apto para suelos y fachadas de piedra, mármol no pulido o envejecido, pizarra, barro, gres rústico y cerámica esmaltada. Se trata de un eficaz limpiador quitacementos y antisalitre que acaba con los residuos propios de las obras.
Restos de mortero, cemento o manchas de óxido y salitre son eliminadas fácilmente gracias a Sanet, que actúa sin deteriorar las superficies tratadas. Para comenzar con la limpieza necesitaremos una fregona y un cepillo o estropajo. La cantidad necesaria de Sanet es una parte en cinco de agua.
Después de despejar la fachada o barrer el suelo, extendemos Sanet con una fregona y dejamos actuar durante unos segundos. A continuación frotamos con el cepillo o estropajo y posteriormente aclaramos y retiramos cualquier tipo de residuo con la fregona. Así de sencillo podemos realizar nosotros mismos una limpieza profesional, y sin más complicaciones podremos ver los resultados de la obra cuanto antes.