La piedra natural es uno de los materiales más demandados para la construcción y decoración de hogares. La mayor ventaja de la piedra natural es que es un gran aislante térmico, y nos protege de temperaturas extremas, manteniendo una temperatura agradable en el interior ya sea invierno o verano. Aunque se adapta muy bien a las temperaturas, no ocurre lo mismo con las humedades; la piedra natural es un material especialmente vulnerable debido a su alta porosidad, así que es fácil que absorba las manchas de humedad y salitre, lo que favorece también la aparición de musgo y verdín.
Aunque de primeras pensemos que las manchas causadas por la climatología son inevitables y solo pensemos en su limpieza a fondo, lo cierto es que sí podemos evitarlas. Para ello, necesitaremos un tratamiento que prevenga y proteja tanto nuestros suelos como nuestras fachadas de piedra natural de las inclemencias del tiempo.
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