Hoy os queremos hablar de las exfoliaciones del suelo por agua salada. Se trata de un problema cada vez más habitual en los suelos exteriores de barro, hormigón impreso y cemento que bordean piscinas saladas, es decir, piscinas que para su mantenimiento, utilizan un clorador salino.

 

Exfoliaciones del suelo por agua salada, ¿por qué ocurren?

Las baldosas de barro cocido, como la madera, se hinchan y las aguas saladas y las atmosferas salinas de zonas costeras hacen que las piezas de barro se hinchen todavía más. Como el barro tiene una estructura interior formada por capas, algunas capas se hinchan más que otras y por eso se desprenden de la baldosa y se forman las exfoliaciones.

Dicho de otro modo: las exfoliaciones del suelo de barro por agua salada se deben a la pérdida de consistencia y a la debilitación del material, sobre todo a nivel del acabado superficial, muy probablemente causada por una salida anómala de sales que llegan desde el interior

Para analizar en profundidad este problema y darle solución hemos realizado un estudio con un suelo de barro colocado alrededor de una piscina de agua salada, y un suelo de barro exterior ubicado en una zona costera de ambiente salino.

 

Analizando un suelo de barro en piscina de agua salada

Nos encontramos ante un suelo de barro manual que, lamentablemente, presenta exfoliaciones superficiales, tal como se puede observar en la siguiente fotografía:

Nos cuentan que este suelo de barro, colocado sobre una base de mortero, había sido impermeabilizado con el producto MITROL después de su colocación y antes de rejuntar. Posteriormente al rejuntado se realizó una limpieza con un ácido, pero no se le aplicó ningún otro tratamiento posterior.

Para poder realizar las pruebas se ha arrancado una baldosa para llevarla al laboratorio.

Allí observamos que en la parte inferior de las exfoliaciones del barro existe una gran cantidad de eflorescencias salinas, evidentes por el color blanco. Esto quiere decir que las baldosas tienen un flujo de salida de salitres muy importante y constante.

 

Tras limpiar las eflorescencias salinas con SANET comprobamos que ya no vuelven a salir manchas de sales a pesar de realizar varios ciclos de mojado de las piezas.

Esto quiere decir que las eflorescencias no salen porque las baldosas tengan un exceso de producto. Salen porque las piezas absorben mucha agua con salitre. A medida que la humedad sale hacia la superficie arrastra a las sales.

 

Conclusión tras el estudio

Estas baldosas de barro sólo recibieron un tratamiento hidrofugante superficial (por la cara superior), hecho que no evitó que las baldosas absorbieran agua por la parte inferior y por las juntas. Por eso las baldosas seguían absorbiendo agua con sales que afloraban a la superficie en forma de manchas blancas.

Otro factor importante es que las juntas, a base de cemento, no habían sido impermeabilizadas, de manera que representaban otra importante entrada de humedades y de agua, convirtiendo en inútil el pre-tratamiento con un producto hidrófugo.

 

Este fenómeno de exfoliación superficial también se manifesta en zonas cercanas al mar con atmósferas salinas, cuyo suelo de barro no ha sido correctamente impermeabilizado. Por eso la recomendación para evitar exfoliaciones será exactamente la misma.

Adjuntamos como ejemplo la fotografía de un caso muy similar de barro colocado en una terraza exterior y no protegido con impermeabilizante:

Cómo evitar las exfoliaciones del suelo por agua salada

Para conseguir una protección que evite que el barro colocado en zonas de ambiente salino o que bordean piscinas de agua salada se desgaste, MONESTIR recomienda:

1. Hidrofugar por inmersión toda la pieza antes de rejuntar.

No solo para facilitar la limpieza final de obra, sino porque de esta manera la baldosa ya no absorberá agua con sales por la parte inferior y por los laterales de las juntas. El producto hidrofugante que recomendamos es MITROL.

2. Limpiar con un detergente ligeramente ácido. 

Esta limpieza garantizará la eliminación de los residuos de fin de obra, además de eliminar cualquier eflorescencia salina que pudiera haber. El limpiador que recomendamos para este paso es SANET.

3. Proteger definitivamente las baldosas y las juntas con otra mano de hidrofugante.

En este caso, podemos elegir entre MITROLsi queremos un acabado natural que no altere el tono ni el brillo de las baldosas-MITROL WETsi queremos, además, proteger el barro contra manchas artificiales como aceites, grasas, comidas, etc. y darle un efecto mojado al suelo-.

 

Entonces, ¿la protección de superficie no es suficiente?

La protección de superficie como recomienda MONESTIR es útil y alarga la vida del material.

Sin embargo, MONESTIR siempre recomienda -como hacen la mayoría de los principales fabricantes de terracota- aislar el barro por la cara que se adhiere al suelo contra todo aquello que se halla por debajo del mismo (tierra, fuentes de humedades, arenas y, en el caso que nos ocupa, agua salada procedente de la piscina.).

Cabe recordar que el barro es un óptimo conductor de suciedades y de salitres, al igual que el tradicional mortero de colocación. El mejor modo de aislar el material es aplicar una mano de cemento cola entre el material y el mortero.

 

Resumen del proceso de exfoliación en los suelos de barro

El agua de la lluvia -y sobre todo el agua salina de la piscina– tiene facilitad de acceso por las juntas o por las partes de la baldosa de barro que están en contacto con la piscina y que no se hayan impermeabilizado completamente.

De esta manera mojan el interior del barro y al evaporar el agua, las sales emergen hacia la superficie por capilaridad junto a todas las sales provenientes desde el interior, debilitando y desfibrando la arcilla, y haciendo que pierda su consistencia natural. 

El resultado son las exfoliaciones del suelo por agua salada que podemos observar en la siguiente fotografía:

La simple presión del tránsito desde arriba y la presión causada por la gran cantidad de salitre que empuja desde el interior del material hacen que el suelo de barro, ya debilitado, se exfolie y se deshaga

Esto es debido a una colocación sin el aislamiento correcto, que requiere de un pretratamiento de las baldosas por inmersión con un producto hidrofugante como MITROL. Al impermeabilizar completamente las baldosas, estaríamos bloqueando la posible entrada de agua y de salitres por todas las caras de las baldosas.

 

¿Qué hacer cuando la exfoliación ya ha aparecido?

Como decíamos, lo ideal es haber impermeabilizado las piezas completamente, por inmersión, antes de colocarlas; y posteriormente darles una mano de hidrofugante para sellar definitivamente las juntas y la parte superficial.

Cuando esto no se ha realizado así, la única opción que tenemos es intentar frenar este deterioro, y no es de otra manera más que haciendo una buena limpieza con SANET para eliminar los salitres superficiales e interiores y aplicar el protector de exteriores MITROL o MITROL WET para frenar y consolidar el material. Así evitaremos que el suelo absorba más humedad y salitres desde la superficie mientras la compactamos para frenar su deterioro.