La ducha, como nueva
La ducha es una de las zonas de la casa que más higiene requiere, y que a la vez más se ensucia con el uso.
En este artículo vamos a hacer un repaso de los productos de limpieza que te ayudarán a mantener la ducha como nueva, limpia y reluciente, sin dedicar más esfuerzo del estrictamente necesario.
1. Cómo limpiar las juntas de los azulejos
En las juntas es donde se hace más evidente la acumulación de humedad y moho. Y no es un problema solamente estético, sino que esas manchas negras son, en definitiva, microorganismos perjudiciales para la salud. Por eso es muy importante limpiarlas a conciencia si queremos tener una ducha totalmente higiénica.
Para limpiar las juntas no es necesario rascarlas con fuerza, pues eso las iría desgastando y a la larga podría provocar otro tipo de problemas como filtraciones de agua hacia otras estancias de la casa.
Lo único que hace falta es aplicar el Limpiajuntas, un producto específico que elimina la suciedad y desincrusta el moho que pudiera haberse adherido a las juntas.
Su aplicación no requiere apenas esfuerzo. Se pulveriza sobre las juntas y se deja actuar unos segundos. Después se frota ligeramente con un estropajo y se aclara con abundante agua.
El resultado son unas juntas blancas y sin rastro de moho.
En este sentido, el LimpiaMoho también puede ser de gran ayuda cuando las juntas presentan mucho moho, y también para cualquier otra zona de la ducha o del baño con moho, como paredes o techos.
2. Cómo evitar la acumulación de cal en la ducha
Otro de los problemas más comunes en las duchas es la cal. Especialmente en zonas de agua dura, como el sur de España y todo el Levante, la cal está muy presente en el agua. Por eso, tras evaporarse el agua, la cal se adhiere a la mampara, el grifo y los azulejos, haciendo que se vean sin brillo aunque los termines de limpiar.
Para evitarlo, es importante utilizar con cierta frecuencia el Antical, un producto que elimina los velos de cal sin necesidad de frotar, y que además retrasa la acumulación de cal. Gracias a esto, la limpieza y el brillo perdurarán más tiempo.
3. Desatascar el desagüe de la ducha
El tercer problema más frecuente en una ducha es el de las tuberías lentas. Cuando eso ocurre significa que hay una acumulación de suciedad en el desagüe. Algo que requiere ser resuelto cuanto antes: de lo contrario, la ducha se llenará de agua rápidamente y todo se ensuciará mucho más.
La manera más eficaz de desatascar la ducha es utilizae el Desatascador Líquido, que actúa de manera rápida y eficaz. Se vierte en el desagüe y se deja actuar unos 30 minutos. Posteriormente se aclara con abundante agua caliente y listo, la suciedad se habrá disuelto por completo.
Con estos tres pasos, tendrás una ducha tan limpia y bonita como el primer día.