Mantenimiento del suelo rústico, fácil y rápido
Llega el otoño y debemos proteger nuestros suelo de exterior. Así que no esperes más para realizar el mantenimiento de los suelos rústicos.
Se acerca el frío y las intensas lluvias, los enemigos eternos de cualquier tipo de pavimento exterior. A fin de evitar daños y manchas en nuestros suelos, es imprescindible darles algún tipo de cuidado. Y en este caso nos centraremos en el mantenimiento del suelo rústico.
Cómo realizar el mantenimiento del suelo rústico
Para que nuestros suelos rústicos se mantengan impecables y brillantes necesitamos un buen tratamiento protector así como un producto abrillantador. Realizar el mantenimiento del suelo rústico es un proceso muy fácil y rápido si sabemos cómo hacerlo.
El mejor tratamiento para suelos rústicos de exterior es Mitrol. Este protector antimanchas hidrofugante evita que la humedad penetre en los suelos; así prevenimos la aparición del moho, el verdín y las eflorescencias. Asimismo quedan protegidos de las temidas heladas que tanto dañan los suelos rústicos y también evitamos los peligrosos resbalones.
Mitrol es un producto de mantenimiento para los suelos rústicos de terracota, que podemos aplicar nosotros mismos con la ayuda de una brocha. Además podemos elegir el acabado que más nos guste, ya que Mitrol está disponible con dos efectos: Mitrol Wet con efecto mojado o Mitrol con acabado natural.
Una vez estén nuestros suelos totalmente protegidos es el momento de realizar el segundo paso para el mantenimiento de suelos rústicos. Este es todavía más sencillo si cabe. Simplemente debemos añadir a nuestras limpiezas habituales un Limpiador Abrillantador como Cerabric. Con solo medio vaso de Cerabric en un cubo de agua para realizar la limpieza, estaremos nutriendo e hidratando nuestros suelos rústicos en profundidad.
Así de fácil conseguiremos un acabado reluciente y brillante permanentemente en nuestros suelos rústicos de exterior.