Cómo restaurar el suelo hidráulico
Si tienes unas baldosas de mosaico hidráulico en mal estado, este artículo te interesará mucho, porque te vamos a contar cómo restaurar el suelo hidráulico y conseguir un resultado tan bueno como el que ves en la imagen.
Y es que, quién tiene suelo hidráulico puede considerarse muy afortunado. Su valor es incalculable y su belleza es difícil de igualar. Bueno, eso cuando el suelo hidráulico está restaurado. La verdad es que si lo encuentras como en la fotografía de la izquierda, podrías llegar a pensar que no hay nada que hacer. Pero sí, se puede restaurar el suelo hidráulico, incluso cuando parece misión imposible.
En Monestir hemos desarrollado una gama de productos específicos para restaurar el suelo hidráulico y como ves en la imagen los resultados son espectaculares. ¿Quien diría que unos días antes estaba tan mal?
Sin más demora, vamos a explicarte cómo restaurar el suelo hidráulico incluso en los casos más difíciles.
1. Primer paso para restaurar el suelo hidráulico: Limpieza en profundidad.
El paso del tiempo y un mal mantenimiento suele dejar a las baldosas hidráulicas totalmente sucias. Sin color, sin brillo, y en definitiva, sin su belleza natural. Otras veces nos encontramos con casas o pisos en los que se instalaron otras baldosas encima del suelo hidráulico, y al retirarlas, los propietarios descubren con asombro un precioso suelo de mosaico hidráulico bajo los restos de cola, cemento y suciedad. Sea como sea, el primer paso para restaurar el suelo de mosaico hidráulico es limpiarlo en profundidad.
Para hacerlo, existen dos productos. Según el tipo de manchas que presente el suelo hidráulico, te convendrá más uno u otro.
El desengrasante Quitamanchas elimina las manchas domésticas y la suciedad incrustada a lo largo de los años. Suele ser útil en suelos hidráulicos que, en lugar de verse blanquecinos como en la foto, se ven apagados, manchados, con tonalidades entre amarillentas y oscuras, o con restos de ceras antiguas. En cualquiera de estos casos, el desengrasante será el limpiador que más le conviene a tu suelo hidráulico. Si tiene ceras antiguas, este producto actuará como decapante y devolverá al suelo a su estado inicial.
El Limpiador de Restos de Obra, en cambio, elimina la suciedad de la obra, así como salitres, eflorescencias salinas e incrustaciones calcáreas. Es el más adecuado si tu suelo hidráulico tiene un aspecto similar al de la fotografía: blanquecino, rugoso y opaco. Después de limpiar el suelo como se indica en las instrucciones del producto, verás que el suelo recupera su color original y toda la capa de suciedad desaparece.
2. Segundo paso para restaurar el suelo hidráulico: Protección frente a las manchas
Cuando el suelo ya está totalmente limpio, la parte más dura del proceso de restauración ha terminado y los resultados saltan a la vista.
Pero ten en cuenta que el suelo hidráulico es muy delicado y poroso, y después de esta limpieza profunda ha quedado totalmente desprotegido.
Así que es esencial darle una capa de protección antimanchas que evite la aparición de nuevas eflorescencias salinas y que no absorba ninguna mancha doméstica. En función del acabado, podrás elegir entre dos productos distintos:
El Protector antimanchas efecto Mojado: además de proteger el suelo hidráulico, realzará su belleza y sus tonalidades con un efecto de brillo satinado muy elegante.
El protector antimanchas Transparente: Este producto protege igualmente el suelo, pero no le añade ningún tipo de brillo, aportando un acabado mate muy natural.
Sea cual sea el acabado que prefieras, el modo de aplicación es muy sencillo. Ahora bien, es importante utilizar herramientas de calidad para que no queden marcas. Si te decantas por el protector efecto mojado, necesitarás un rodillo especial para esmaltes. En cambio, si prefieres el protector transparente, necesitarás una brocha ancha.
3. Tercer paso para un acabado sedoso
Para que el suelo hidráulico permanezca en perfecto estado por muchos años deberás aplicar un producto de acabado. Se trata de la Cera Líquida Ecológica, que le aportará un tacto sedoso al suelo y le dará una capa de protección adicional frente a las manchas, arañazos y huellas.
Siguiendo estos tres pasos, habrás restaurado tu suelo hidráulico por completo. A nivel estético se verá rejuvenecido, vibrante y reluciente. En cuanto a su funcionalidad, será un suelo fácil de limpiar, resistente a las manchas del día a día y que no requerirá un nuevo mantenimiento en profundidad hasta pasados muchos años.
Ahora que ya sabes cómo restaurar un suelo hidráulico y que has visto los resultados, ya no te parece una misión tan imposible, ¿verdad?