Cuidar de un suelo de barro exterior
Cuidar de un suelo de barro exterior puede parecer una tarea complicada, pero no es así. Con los productos adecuados los suelos de terracota lucen espectaculares en patios, terrazas y jardines. Y no solo eso. Se mantienen protegidos, limpios, sedosos e hidratados.
Si tienes un suelo de barro ya sabrás lo delicado que es. Bueno, delicado cuando está desprotegido. Porque como decíamos, con un buen tratamiento estos suelos se vuelven tan resistentes que pueden con todo: manchas domésticas, inclemencias atmosféricas – incluidas heladas invernales e insolaciones veraniegas- y todo el uso y disfrute que le vayas a dar a tu terraza.
Además, muchas personas creen que los suelos de barro son propios de las casas antiguas y que ya no está de moda colocar este tipo de pavimento, por todos los cuidados que requiere. Pues nada más lejos de la realidad. El suelo de barro exterior sigue solicitándose en casas tan modernas y lujosas como la que te mostramos a continuación:
Tener una casa así es un sueño, pero a lo que nos referimos es que, ya se trate de una casa antigua o recién construida, el suelo de barro exterior sigue en el top de los suelos más deseados por su calidez y su belleza inigualables.
Así que vamos a ver cómo cuidar de un suelo de barro exterior para disfrutarlo plenamente y dejar de sufrir por si se estropea.
Limpiar un suelo de barro exterior
Si el suelo está recién instalado posiblemente tenga restos de fin de obra, así que empezaremos realizando una limpieza con Sanet diluido en agua.
En cambio, si se trata de un suelo que ya lleva años instalado y necesitamos realizar una limpieza en profundidad, elegiremos Sanigel. Con este producto eliminaremos cualquier tipo de mancha que se haya adherido, así como tratamientos antiguos que requieran ser retirados.
En cualquiera de los dos casos, tras esta limpieza tendremos unas baldosas de barro totalmente limpias, pero al mismo tiempo desprotegidas.
Por eso, el siguiente paso -tras dejar secar el suelo- será aplicar un tratamiento protector.
Cuidar un suelo de barro exterior: tratamientos protectores
Tenemos dos posibilidades entre las que elegir, en función del acabado que más nos guste.
Por un lado está Mitrol Wet. Este producto protege completamente el suelo de barro exterior, tanto de manchas domésticas como de las inclemencias del tiempo y la exposición a la intemperie. Su peculiaridad es que le aporta un ligero brillo satinado al suelo, algo que intensifica su tonalidad. Si te gusta que el suelo se vea lustroso y con efecto mojado, éste es tu producto.
Solemos recomendarlo para zonas semi descubiertas como porches, pues soporta muy bien el uso continuado de estas zonas y hace que luzcan preciosas. Este es un ejemplo de cómo se ve Mitrol Wet una vez aplicado:
Por otro lado está Mitrol. Goza de la misma capacidad de protección que su hermano Mitrol Wet, pero la diferencia es que en este caso el acabado es totalmente mate y muy discreto, pues respeta la tonalidad natural de la terracota.
El resultado: un suelo de tacto suave e hidratado pero sin brillo añadido, que está protegido y que mantiene sus propiedades antideslizantes. Por eso es el que solemos recomendar para zonas descubiertas, y especialmente para zonas cercanas a piscinas.
Tanto Mitrol como Mitrol Wet se aplican con brocha ancha, estirando bien el producto para que cubra perfectamente las baldosas y las juntas sin dejar charcos.
Con este tratamiento tu objetivo estará cumplido: cuidar de un suelo de barro exterior frente a todo tipo de ataques a los que podría estar expuesto: humedad, salitres, manchas domésticas, polvo, contaminación, heladas….
Como protección adicional en zonas semi descubiertas como porches y barbacoas, recomendamos terminar el trabajo con una mano de Lucer o Lucer Mate, para ennoblecer el suelo y reforzar la protección anterior, haciendo que ésta dure más años.
Y como mantenimiento cotidiano, bastará con fregar el suelo regularmente añadiendo un vasito de Cerabric al cubo de fregar. Esto mantendrá el suelo hidratado, restaurando el brillo y la protección por mucho tiempo.