Lejía, ¿eficaz en todos los suelos y fachadas?
La lejía es uno de los productos más utilizados en la limpieza, y no solo por su bajo precio, sino que desafortunadamente, se piensa que se puede utilizar en cualquier lugar. La lejía no es apta para cualquier tipo de superficie ya que puede estropearla seriamente. Si quieres saber cómo utilizar la lejía correctamente sigue leyendo…
En primer lugar hay que aclarar que la lejía es un desinfectante, no un limpiador. Y en realidad se trata de un producto altamente corrosivo, que además de ser dañino para la salud, también lo es para el medio ambiente. Para las limpiezas habituales del hogar no es necesario un desinfectante, sino un limpiador adecuado a la superficie. Un desinfectante solo es necesario en lugares donde se acumulen los gérmenes y las bacterias, como es el caso de los baños y las cocinas. Si es necesario una limpieza exhaustiva, primero se debe limpiar la zona y posteriormente desinfectarla.
Tampoco se debe utilizar la lejía para eliminar cualquier mancha sobre cualquier tipo de superficie, pues podemos estropearla irreversiblemente. Aunque generalmente se conoce que no se puede utilizar lejía sobre suelos de madera, se suele desconocer que tampoco se puede utilizar sobre otro tipo de materiales como por ejemplo, porcelánicos, mármol o pizarra.
Otro uso frecuente que se le da a la lejía, es en las terrazas y los jardines. Sobre todo para acabar con el verdín y el moho. En ese caso, lo mejor es utilizar un producto adecuado, porque si no estropearemos también el suelo o la fachada. Productos eficaces como Limpiador de Pavimentos o están diseñados especialmente para este uso.
Es muy importante no abusar de la lejía, sobre todo si tenemos animales o niños en casa, ya que la lejía desprende vapores irritantes que dañan su salud.